Tratamiento de la ictioterapia

 

 

El tratamiento de la ictioterapia tiene como protagonista al pez garra rufa por su característica especial de la falta de dientes y su avidez por las pieles muertas, y consiste en sumergir los pies (o la parte del cuerpo que se quiera tratar) en una pecera especial por espacio de unos 30 minutos.
Para realizar este tratamiento de pedicura se utilizan individuos con unas dimensiones entorno a 6 centímetros de longitud, que al no poseer dientes no muerden la piel, simplemente la succionan, ya que tienen ventosas como boca.

La sesión de este tipo de pedicura consta de los siguientes episodios:

Se inicia con una comprobación de la parte de los pies (o la zona del cuerpo a tratar) que no tengan heridas, infecciones u hongos.
Se realiza una limpieza exhaustiva de la piel con el objeto de eliminar todo tipo de impurezas o restos de cremas que puedan afectar al tratamiento o a los peces.
Se introducen los pies en la pecera habitada por los peces garra rufa por un espacio de unos 30 minutos.
Los peces garra rufa al no poseer dientes lo que hacen es succionar las células muertas de la capa exterior de la piel (epidermis ) sin llegar a tocar las capas interiores (dermis), en dicho proceso de succionado emiten una enzima, llamada dithranol que provoca el rejuvenecimiento de la piel, dejando la piel del paciente con una textura muy suave y favorecerá la regeneración de células nuevas.
Se puede acabar la sesión con un masaje con crema hidratante que llega a la dermis fácilmente ya que los poros están limpios.